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Desde Puerto Resistencia en Cali, la vicepresidenta y ministra de Igualdad y Equidad, Francia Márquez Mina, junto con el presidente Gustavo Petro, sostuvieron un encuentro con la Minga Social y Comunitaria del Suroccidente Colombiano, quienes reafirmaron el respaldo al proyecto político de cambio a partir del empoderamiento comunitario y territorial, en defensa de la vida, la democracia y la paz como mandato popular.
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"Hoy estamos al lado de la Minga Social y Comunitaria del Suroccidente Colombiano, a quienes les digo que seguimos avanzando y trabajando con el corazón bien puesto por nuestro pueblo, por nuestro país”: vicepresidenta y ministra de Igualdad y Equidad, Francia Márquez Mina.
Cali, Valle del Cauca, 15 de marzo de 2024 (@ViceColombia)
La vicepresidenta y ministra de Igualdad y Equidad, Francia Márquez Mina, acompañó este viernes en Cali al presidente Gustavo Petro en su presencia ante la Minga Social y Comunitaria del Suroccidente Colombiano, constituida por comunidades indígenas, afrodescendientes, campesinas, raizales, estudiantes, miembros de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), sectores urbanos y rurales, de los departamentos de Cauca, Valle, Nariño, Putumayo, Caquetá, Huila y El Eje Cafetero. La Minga le presentó al Gobierno Nacional una declaración política en la que reafirmó el respaldo a su proyecto de cambio a partir del empoderamiento comunitario y territorial, en defensa de la vida, la democracia y la paz como mandato popular.
Desde el Monumento a la Resistencia, en el sector de Puerto Rellena en la capital vallecaucana, los líderes de la Minga convocaron al presidente Petro y a la vicepresidenta Márquez a “mantener, fortalecer o crear espacios de construcción popular y comunitaria, que permitan hacer realidad la política de Paz Total en el suroccidente colombiano, desde los territorios y con las comunidades, de forma participativa y vinculante”.
La vicepresidenta y ministra de Igualdad y Equidad, Francia Márquez Mina, destacó que, Puerto Resistencia en Cali, es un territorio simbólico que inspira la lucha de los pueblos, manifestando: “hoy estamos al lado de la Minga Social y Comunitaria del Suroccidente Colombiano, a quienes les digo que seguimos avanzando y trabajando con el corazón bien puesto por nuestro pueblo, por nuestro país, para cumplir con el mandato popular de cambio, de dignidad y de justicia social que los pueblos decidieron.”
Durante la jornada, los y las voceras de la Minga Social y Comunitaria del Suroccidente Colombiano, pidieron que los espacios de construcción popular y comunitaria “se articulen con los gobiernos nacional, regional y local, los gremios y todos los actores que tengan en su perspectiva el avance y potenciamiento de la región”, solicitando planificar concertadamente la forma de inversión y de concreción que requiere el suroccidente del país, como propósito de cerrar la brecha de años de olvido y discriminación a sus comunidades.
Lo que buscan es que se trabaje con la Minga en proyectos estratégicos que impacten positivamente la vida de las comunidades y de la mano con el Plan Nacional de Desarrollo ‘Potencia de la vida’. Los líderes comunitarios piden igualmente implementar estrategias para concretar un Acuerdo Nacional que contribuya a la concreción de una verdadera política del cambio, al igual que apuntan a tener un papel activo, protagónico y efectivo en la COP16 que se realizará en Cali en octubre próximo, lo cual debe comenzar con definir desde ya unas rutas de interlocución claras y permanentes.
“Estamos listos para caminar hacia las transformaciones, estamos listos para ayudar a consolidar la paz total, estamos listos porque hoy el mandato popular debe sumársele a un gran trabajo para fortalecer el poder popular y en se sentido, hoy hay voluntad y decisión de caminar juntos hacia esa apuesta de transformación de país”, expresó uno de los integrantes de la Comisión Política de la Minga.
En su propuesta política, La Minga exhorta a los grupos armados a parar la guerra y a dejar de financiarse del narcotráfico, la minería ilegal y otras formas como la extorsión a las comunidades. “Ningún grupo armado legal o ilegal, debe reclutar o vincular niños o niñas al conflicto; no pueden reclutar. Tienen que parar los asesinatos, amenazas, la violencia sexual y la violencia en general, hacia los miembros de las comunidades: mayores y mayoras, jóvenes, líderes y lideresas; hacia las autoridades territoriales y sus mecanismos de autoprotección como las guardias, custodios, cuidadores y cuidadoras de los territorios”, dice.
Durante su intervención, la alta mandataria, recalcó el compromiso del Gobierno Nacional por la juventud, indicando que, por primera vez se está creando una institución de alto nivel para ellos, a través del ministerio de Igualdad y equidad que hoy cuenta con un viceministerio de la juventud, donde el presidente ha definido un Programa importante denominado “Jóvenes en Paz”, el cual también debe llegar a Puerto Resistencia y a cada territorio del Suroccidente Colombiano.
“Hoy le digo a las y los jóvenes del suroccidente colombiano que estamos trabajando fuertemente, para que tomen en sus manos un lapicero, un cuaderno, un computador, en una apuesta decidida por la educación, lo cual marca una gran diferencia con otros gobiernos que invertían más en la guerra que en la garantía del derecho del pueblo a educarse”, dijo.
Asimismo, Márquez Mina, celebró el llamado por la paz que han hecho las comunidades campesinas, negras, afrodescendientes, raizales y palenqueras y los pueblos indígenas y también hizo un llamado para hacer un trabajo articulado que permita parar esa ola de violencia patriarcal que golpea a las mujeres en esta región.
“La gente merece vivir sin miedo, la juventud, las mujeres, la gente mayor, merecen construir y hacer realidad sus sueños. Necesitamos erradicar esa violencia que están viviendo las mujeres, las niñas de nuestro país, que no sólo vienen de grupos armados, sino de los hombres, necesitamos luchar juntas y juntos para erradicarla”, expresó.
Finalmente, la vicepresidenta y ministra, expuso su dolor al ver como las comunidades negras, indígenas, se enfrentan por la tierra, indicando que, no se trata de negar los derechos de uno y reconocer los de otros, sino de trabajar juntos para que todos tengan los mismos derechos.
“La paz con el territorio también tiene que llevarnos a construir espacios de convivencia entre los Pueblos indígenas, campesinos y afrodescendientes. No es posible que nos sigamos matando entre pueblos y agrediendo entre pueblos. Es necesario juntarnos y trabajar desde la diversidad, que el reconocimiento de la diversidad sea una razón para enriquecer este país, sea una razón para que la dignidad se haga costumbre para todos y todas”, puntualizó.